Hasta donde la memoria de nuestros mayores alcanza, se recuerda el uso de varias de nuestras fuentes como lugar, no solo, de la recogida de agua para beber y hacer la comida, sino también el lugar donde las mujeres hacían la colada. Algunas llevaban sus propias panelas o sus cacharros de casa y los colocaban estratégicamente en un lugar determinado siendo este respetado por el resto de personas que lavaban en la misma fuente. Con el paso de los años a estas fuentes se le adosaron unos lavaderos de cemento de uso público.
Fuente de los Avariegos:
Fuente de Juan Vázquez: la más antigua de todas, fue construida en un paraje fuera del núcleo urbano y cerca del Arroyo de los Molinos, abastecía de agua, además de ser abrevadero para los animales.
Fuente de la Regina: que data de finales del siglo XIX y que está en el barrio del mismo nombre con un pilar abrevadero junto a un arroyo que también era lavadero.
Fuente del Pocito: junto a ella hay un lavadero público utilizado hasta los años 90. Su agua viene de un manantial cercano y entre sus cualidades está la de ser especial para el buen cocimiento de los garbanzos.
Fuente del Avellano: fuente de la Constitución tiene un vaso con dos caños. Fue remodelada acortándole el pilar abrevadero.
Fuente de La Morena: como su nombre indica está en el barrio del mismo nombre que fue, a su vez, el primer núcleo de población de nuestro pueblo.
Fuente de la Constitución: es la fuente más emblemática del pueblo. De principios del siglo XX, tiene un vaso principal con dos caños de agua y un pilar abrevadero. Es de granito coronada en un vaso por una esfera del mismo material.
Fuente de los Salgueros: es una de las más famosas por la calidad y frescura de su agua, y por su lavadero, conservado en perfecto estado.
Fuente del Pino: es la de más reciente construcción, está situada en un lugar llamado El Abanico, donde se suelen reunir los vecinos del pueblo, principalmente en las noches estivales.
