Es el edificio más significativo de la localidad, reedificada posiblemente sobre la vieja ermita ya existente bajo esta misma advocación, según cabe apreciar en las diferentes secuencias constructivistas que la edificación posee.

De estilo gótico mudéjar, realizada en el s. XVI, de indudable interés, correspondiente al tipo de pequeño templo rural conectable con la arquitectura popular. Se compone de tres naves de acusada espacialidad sobre arcos graníticos, con cabecera triple, capilla mayor cupulada y edículo semejante a una torre fachada exterior.

Consta de tres naves divididas en cuatro tramos. La central, que evidencia resultar la zona más antigua, es de estilo gótico mudéjar (siglo XVI), presentando arcos graníticos. Los arcos que comunican las naves laterales, responden a formas barrocas claramente diferenciadas de las góticas del cuerpo central.

La cabecera presenta estructura triple, compuesta por tres capillas de planta cuadranlugar, la mayor con cúpula sobre pechinas, y las laterales de nervaduras de tosca crucería.

La central, el Altar Mayor, donde se encuentra la imagen de Santa Ana, el Sagrado COrazón de María y el Sagrado Corazón de Jesús.
La capilla de Nuestra Señora del Rosario.
El oratorio del Señor de los Afligidos. En los pies se aloja un coro con balaustra de madera y dos capillas.
El altal de nuestro Padre Jesús el Nazareno, que presenta en su entrada un arco de granito y una verja forjada que data de 1870.
La capilla de Nuestra Señora de los Dolores y la Soledad.
El exterior de la iglesia es de mampostería encalada, destacando sobre todo un cuerpo saliente sin enlucir, conocido como “El Campanario”, configurando una especie de torre-fachada de piedra y ladrillo dividida en tres cuerpos. En el inferior se aloja un atrio con arcos de ladrillos desiguales entre sí. El siguiente, sin solución de continuidad con el que los sostiene, se diferencia del mismo en la distinta composición de su fábrica, que aquí es de mampostería de piedra con hiladas de ladrillo y esquinas de este mismo material. Sobre una cornisa, también de ladrillo, se alza el cuerpo de campanas, consistente en una espadaña de ladrillo, con dos arcos y ático de coronación, de época moderna, en la que, al igual que en los cuerpos inferiores, se abren múltiples mechinales. La portada existente bajo el atrio, consiste en arco granítico apuntado de sencilla traza. Otra portada granítica, de severo diseño barroco, flanqueada por estribos y coronada por la cruz de Santiago, aparecen el costado del Evangelio. La de la Epístola responde a una remodelación moderna, realizada al gusto sevillano, en términos discordantes con el conjunto.

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